lunes, 16 de noviembre de 2009

Donde Cristo dio las tres voces

Allá donde Cristo perdió las chanclas, el mechero o la dignidad, se encontraba mi padre hará unos quince años tomándose una cerveza. Era una antigua cantina, pequeña y bien regentada por un hombre de gesto serio y mirada amenazante, en un pueblo incomunicado al que llegó a través de un camino de cabras, con el peor de los climas invernales.

Si alguien recuerda Tresviso hace años, cuando no existía la conexión por carretera con Sotres, pues esto es parecido. Tiene carretera, sí; pero son 23 km en los que sólo cabe un coche por unas cornisas que prefiero no ver nevadas en mi vida.

Allí sentado, cerca de la chimenea, mi padre observaba atento cómo el cantinero servía comidas típicas de la región del Bierzo y cómo trataba con un carácter seco a los clientes/turistas que habían osado entrar en su territorio. Muy a su pesar aquel lugar se había convertido en la Torre Eiffel, el Taj Mahal o las Pirámides del noroeste de la provincia de León (más tarde, cuando levantó el día mi padre se dio cuenta del porqué).

Pero antes de terminar la cerveza, aquel hombre rudo clavó la mirada en mi padre, que no sabía dónde meterse. Pude haberme quedado huérfano de padre a los 7 años, así que imaginad cómo es este señor: de nombre Paco y unos 120 kilos, cuchillo jamonero, y especialidad en distribuir las mesas con una rapidez innata. Usted aquí y usted allá. Punto.

De todas formas os recuerdo esto, para qué veáis que no exagero cuando digo que Paco llevaba al mismísimo demonio en la sangre, y que fue capaz de acojonar a un experimentado boina verde.

- Usted! -Escupió Paco con fiereza animal-. ¿Qué pone en su camiseta?

Mi padre llevaba una camiseta roída y sudada, parecida a las de la Carrera Popular de Pryca de hace años, sólo que en ésta aparecía el nombre de mi pueblo, con motivo de las fiestas de nuestro Santo patrón. Lo leyó a duras penas viéndose señalado por el cuchillo con el que partía la cecina cual mantequilla...

- Allí hizo la 'mili' mi cuñado, y estoy hasta los cojones de las historias de un pueblo que ni siquiera conozco. Así que le voy a llamar ahora mismo para que venga y se las cuente a usted -sentenció-.

Así que Paco llamó a su cuñado, un hombre criado entre el campo y las minas que, efectivamente había hecho la 'mili' en mi pueblo, en el año 46' d.C., y que recordaba todo con el más mínimo detalle. Sobre todo cómo sus oficiales le mataban de hambre, en los tres meses que duró allí en el campamento.

Mi padre comentó entonces al viejo y a un Paco ya integrado y dócil, que la coincidencia iba más allá de todo esto, pues en esas tierras sólo se hizo la 'mili' durante un año, el 46'. Además, se comprometió a volver y traerle al viejo las fotos que se hicieron durante esa época (mi padre es el clásico cacique que tiene toda la documentación, trapos sucios y fotos que se han hecho a lo largo de la historia en el pueblo).

Salió del bar con el día ya despejado. Miro alrededor y vio el porqué de la afluencia turística; gracias a Dios es tan inaccesible este pueblo, se dijo. Y regresó tantas veces como pudo, con las fotos y las historias, hasta que me llevó a mi por primera vez y ahora entiendo porqué Peñalba de Santiago, en pleno Valle del Silencio, enamoró a mi padre. Conocí al viejo y a Paco, que era más burro que un arado, pero más bueno que el pan, y su cecina, que desde aquello llega en cantidades industriales a mi casa.

lunes, 9 de noviembre de 2009

martes, 15 de septiembre de 2009

Ideas nocturnas

viernes, 26 de junio de 2009

sábado, 6 de junio de 2009

Cuando fui ratón

jueves, 4 de junio de 2009

Veinte años

miércoles, 3 de junio de 2009

El final

El profesor Jones había trabajado en la teoría del tiempo a lo largo de muchos años.

-Y he encontrado la ecuación clave -dijo un buen día a su hija-. El tiempo es un campo. La máquina que he fabricado puede manipular, e incluso invertir, dicho campo.

Apretando un botón mientras hablaba, dijo:

-Esto hará retroceder el tiempo el retroceder hará esto -dijo, hablaba mientras botón un apretando.

-Campo dicho, invertir incluso e, manipular puede fabricado he que máquina la. Campo un es tiempo el. -Hija su a día buen un dijo-. Clave ecuación la encontrado he y.

Años muchos de largo lo a tiempo del teoría la en trabajado había Jones profesor el.

Frederic Brown

martes, 2 de junio de 2009

El gesto de la muerte

Un joven jardinero persa dice a su príncipe:

Sálvame! Encontré a la Muerte esta mañana. Me hizo un gesto de amenaza. Esta noche, por milagro, quisiera estar en Ispahán.

El bondadoso príncipe le presta sus caballos. Por la tarde, el príncipe se encuentra a la Muerte y le pregunta:

-Esta mañana, ¿por qué hiciste a nuestro jardinero un gesto de amenaza?

-No fue un gesto de amenaza -le responde- sino un gesto de sorpresa. Pues lo veía lejos de Ispahán esta mañana y debo tomarlo esta noche en Ispahán.

Jean Cocteau

lunes, 1 de junio de 2009

Donde se demuestra que la Tierra es esférica

El hombre no tenía nariz, ni ojos, ni boca.

Y el rostro estaba cubierto de pelo.

Me llamaron a mí, para que investigara.


La encuesta no fue sencilla como posteriormente pudierais imaginar.

Me proporcionaron el pasaje de avión, y volé hasta las antípodas. Y de allí, volví al punto de partida.

Por la otra cara del mundo.

Era preciso actuar con cautela, puesto que en ello estribaba el éxito de la empresa.

Sólo así puede averiguar lo que averigüé, y redacté un informa de setenta y siete páginas.

Del cual se deducía que: aquel hombre estaba de espaldas.

Gonzalo Suárez

domingo, 31 de mayo de 2009

Detrás de lo obvio

Todos los viernes por la mañana Nasrudín llegaba al mercado del pueblo con un burro al que ofrecía en venta.

El precio que demandaba era siempre insignificante, muy inferior al valor del animal.

Un día se le acercó un rico mercader, quien se dedicaba a la compra y venta de burros.

-No puedo entender cómo lo hace, Nasrudín. Yo vendo burros al precio más bajo posible. Mis sirvientes obligan a los campesinos a darme forraje gratis. Mis esclavos cuidan de mis animales sin que les pague retribución alguna. Y, sin embargo, no puedo igualar sus precios.

-Muy sencillo -dijo Nasrudín-. Usted roba forraje y mano de obra. Yo robo burros.

Idries Shah

jueves, 28 de mayo de 2009

Baaarça!

martes, 26 de mayo de 2009

Mentiras arriesgadas

A veces pienso que la gente habla sin demasiada coherencia, intentando buscar palabras para evitar silencios: sólo por eso. De otra forma no me explico la solemne estupidez con que se miente últimamente. Lo que empiezo a tener claro es que aquí sin puños, te apuñalan.

Ya no sé si es por envidia, ese pecado del que nadie se confiesa, o es que el ser humano se halla demasiado ocupado en odiar y en defenderse del odio ajeno, para meditar sobre las causas que nos llevan a él. Empiezo a estar harto de la ridiculez de la gente, su empeño en destacar, en ver y en ser visto...

Parece que todo lo verdaderamente importante acaba pareciendo inútil, todo se minimiza, se desvirtúa; pero recuerdo que yo no hice la guerra, fui su víctima. Y aunque siga pensando que nadie es decididamente bueno o malo: que depende de los momentos, de las circunstancias, de las frustraciones o del miedo, se me hincha la yugular al ver este circo tan triste.

"Nada complace tanto a los que han sufrido humillaciones como compadecer a los causantes de su propia humillación", dijo una sabia. Pero esa forma de mentir para conseguir fines (ese preciado fin de desestabilizarme) ha salido por la culata. O por el culo, quién sabe.

XXX Bécquer

Asomaba a sus ojos una lágrima,
y a mi labio una frase de perdón;
habló el orgullo y se enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.
 
Yo voy por un camino, ella por otro;
pero al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: ¿por qué callé aquél día?
Y ella dirá: ¿por qué no lloré yo?
 

lunes, 25 de mayo de 2009

jueves, 21 de mayo de 2009

miércoles, 20 de mayo de 2009

sábado, 9 de mayo de 2009

El esputo de ida y vuelta

Ocurrió que, pasadas las dos de la mañana de una noche de abril -según mi padre a partir de esta hora todos nos convertimos en yonkis y maleantes; sin duda se quedó en el videoclip de Thriller- un amigo, fue a saludar a un conocido de ambos en pleno estado de embriaguez, con una técnica que denominaremos 'esputo de ida y vuelta', que utilizaba un profesor nuestro de la infancia.

La técnica en cuestión consiste en cargar un lapillo de baba sana (sin cosas verdes de las regiones nasales de Mordor, me refiero), apuntar a la palma de la mano, y con un movimiento rápido expulsarlo y absorverlo, de tal forma que se produzca el efecto óptico de escupirte la mano. Una guarrada en toda regla, vamos.

Pero en este supuesto que relataba, algo salió mal y perfectamente vi como aquel esputo no tenía billete de vuelta. Así que cayó en la mano y ante tan repugnante situación, giré mi cabeza. El esputo 'A', un segundo más tarde cambiaba de mano tras el efusivo saludo.

No acabó ahí la cosa, pues cuando me quise dar cuenta una mano me daba palmaditas en el cogote, y efectivamente, era la portadora del esputo 'B'. Reaccioné bruscamente moviendo la cabeza hacia un lado, ganando la posición cual Quini en el área, pero estaba en un bar y como no había balón, rematé a la primera chiquilla que por allí pasaba.

Siendo yo el portador del esputo 'C' y viéndome increpado por la pobre mujer que había hecho las veces de balón, monté en cólera. Los portadores del esputo 'A' y 'B'  me miraban ojipláticos, así como el 75% de la gente que me rodeaba.

Días más tarde, después de arder Troya, se comentó el caso del 'esputo de ida y vuelta'. Resultó que, en aquel momento en que giré mi cabeza ante la repugnante situación de ver el esputo 'A' sin billete de vuelta, el portador procedió a limpiárselo en el pantalón y, un segundo más tarde el esputo había muerto. Por lo tanto, ni el esputo 'B' ni el 'C' existieron.

Esto me hizo pensar y saqué dos conclusiones:

1) Las apariencias engañan.

2) Practica en casa la técnica del 'esputo de ida y vuelta', antes de utilizarla en un bar totalmente borracho.

miércoles, 22 de abril de 2009

El chocolate espeso

Entre lágrimas, aun sabiendo que con sus palabras podía herirme, escupió todo. Desconozco si en su interior buscaba una revancha o algún tipo de venganza; no hacia mi persona, de eso estoy seguro. 

Quería que hablase desde un principio, quería ese empujón al vacío, ese jarro de agua fría que se anunciaba en el cielo naranja de una noche en balde. Lo conseguí, y por una vez en mucho tiempo no me sentí estafado, al contrario; sólo pude darle las gracias.

Por fin había admitido la despedida, por fin esa verdad del hombre, esa verdad que reside en lo que calla, había hablado; por fin había conseguido permanecer en el presente, ser feliz. Algo que había olvidado.

Al desgaire me llevé un cigarro a los labios, y dejé de mirarla. En mis ojos chispeaba cierto atisbo de alegría mientras esbozaba una sonrisa neutra. Después de haberme convertido en guerra sin armisticio, de que mi plazo hubiese vencido, recuperé aquel deseo de seguir viviendo. Recuperé mi derecho al futuro.

miércoles, 8 de abril de 2009

Improvisación

domingo, 29 de marzo de 2009

Viaje a ninguna parte

Las tres palabras más chocantes que quizá he escuchado nunca, me han despertado de una larga siesta que no debía haber existido. ¿Qué estás tomando? Mi propia madre se piensa que soy un drogadicto, y no es para menos, porque mi vida es lo más semejante a buscar una solución inexacta. Pero de momento, no me he ayudado de las drogas, madre.

Me di cuenta yo solito de que todo se resume al día que haces gracia, o a una noche de borrachera, lo demás es paja.  Me di cuenta de que los pequeños momentos de los que se compone una vida y por los que, en teoría merece la pena luchar, no son más que puntos de referencia que te recuerdan a puñaladas que no volverán a repetirse.

Y eso son los momentos buenos, porque los malos inevitablemente están presentes en cualquier lugar; los encuentras fácilmente a la vuelta de la esquina o a cientos de kilómetros, y son también imborrables.

Sé que suena a despedida, madre. Pero no debes preocuparte porque voy a seguir cosechando momentos buenos y malos, noches perfectas, desengaños, miradas, huidas, besos y algún que otro 'te quiero'. Y cuando llegue el momento lo pondré todo en una balanza, de sonrisas y lágrimas, para comprobar si mereció la pena.

sábado, 14 de marzo de 2009

A cuatro patas


Conversaciones etílicas

Te destruyo

Despertar ahora con el vago recuerdo de un buen trago de absenta, a sabiendas de que te puede destruir; arriesgar y ganar, en eso consiste el juego. Me duele la cabeza, pero no lo suficiente. 

Es una sensación extraña, una combinación tan asquerosa como perfecta. El olor a anís impregnado en mi vida y una canción de fondo, pero no una canción cualquiera. 


jueves, 12 de marzo de 2009

New Loucal (2)

Jamás pensé que íbamos a evolucionar tanto al cambiarnos de local. Vale que yo estaba a favor de la idea y que siempre apoyé el punto de inflexión, el hasta aquí hemos llegado, el it's time to change', etc.
Pero es que esto es exagerado. Aquí me encuentro escribiendo este 'post', desde la más absoluta tranquilidad y sentado en un sillón. Desde un local con Wifi, obviamente robado, pero discretamente.
Señores, esto es vida y cuando todo funcione a pleno rendimiento...
Garçon! Garçon! Un birrón, s'il vous plait!

lunes, 9 de marzo de 2009

New Loucal

martes, 3 de marzo de 2009

Chocolate!

domingo, 1 de marzo de 2009

Ñapa

sábado, 28 de febrero de 2009

Sucesos paranormales

Habiendo recalado en un antro de mala muerte bajo un penosa dirección de equipo, llegamos a la barra. (Antes de meternos en camisas de once varas, decir que yo me iba para casa y que todo lo que aconteció no fue mera coincidencia ni alcohol en sangre, pues aunque los escuderos que me engañaron de forma vil y soez iban cargados, yo iba sereno. La típica serenidad con la que eludes controles de alcoholemia, en los que rozarías el límite pero te sabes victorioso antes de soplar).

El encargado de la hazaña, llamémosle X, logró el objetivo tras empujar a medio bar, una veintena de malas caras y alguna que otra sonrisa conciliadora del menda, para evitar disgustos. Es lo que tiene ir rezagado en esto del alcohol...

El camarero, era un tipo de lo más normal. Si se me permite, con ciertos rasgos indios; pero indio de punto, no de plumas. Y el servicio parecía eficaz, no tardó ni un minuto en llegar a visualizarnos. Cuando lo hizo, mi compañero se dispuso a formular las palabras mágicas: -Ponme un ron cola y un vodka limón. 

Dos vasos en la barra, justo delante de nosotros, los hielos de rigor y en un ademán de idiotismo extremo, ante nuestras caras de incredulidad, el tipo vierte el contenido de una botella de vino tinto, Fuenteviña para ser más exactos, en uno de los vasos. La botella no dio ni para llenar dos dedos con lo que, no contento con su primera actuación se dispuso a abrir una segunda botella de vino.

En este punto mi compañero y yo nos miramos fíjamente y asustado me dijo: ¿Le cortamos ya? A lo que yo respondí: Será para otros. Pero aquel tipo, me atrevería a decir que más joven que nosotros, seguía ensimismado en su hazaña, y continuó por la Cocacola. Lo que convertía aquello en el clásico kalimocho. Acto seguido, cuando aún aguantábamos la risa, echó Ron Brugal sobre las copas, un buen chorro.

Yo en mi cabeza, después de analizarlo todo escrupulosamente al instante. Sabiendo que mi amigo estaba borracho y sus balbuceos podían haber dado lugar a confusión, no me preocupé. Al fin y al cabo yo era el del ron cola, y no estaba lejos de mi mezcla. El que lo tenía jodido era él.

Sin embargo, el tipo de la barra, para culminar con una actuación perfecta de 9'8 en ejecución y con una sonrisa de lo más natural en sus labios, nos dijo alto y claro: -Me dijiste ron cola y vodka limón, ¿verdad? 

Gesto de afirmación. No podíamos mediar palabra.

Entonces nos acercó aquellos vasos y nos los bebimos. Eso fue todo. Los bebimos por admiración, por la seguridad en sí mismo, por ser el héroe de la noche; de aquella noche en que yo, ya me iba a casa...

Lista de convocados

jueves, 26 de febrero de 2009

El sitio de mi recreo (4)

Lo había dejado en el callejón, un lugar que alternábamos con el Conservatorio de Música, del que hablaré hoy:

Empezaré diciendo que a estas alturas de la vida nuestros antecedentes nos delataban y, por ello, éramos víctimas de redadas cada fin de semana. Pero lejos de movernos de aquel lugar de fantasía y perdición, cada día se congregaba más gente y más ruidosa.

Cuando la policía aparecía, la huída se llevaba a cabo siempre de la misma forma. Tan sólo había que seguir dos pasos fundamentales. Esperar a que alguien formulase la pregunta... ¿corremos? y si alguien corría, tú no ibas a ser menos. Otras veces nos quedábamos quietos, como si los policías fueran Tyrannosaurus Rex y no nos vieran a veinticinco metros. Idioteces de la adolescencia.

Podéis aprovechar para respirar hondo, pues en este lugar y detrás de un árbol, perdí la virginidad y lo volvería a hacer una y mil veces. Sí, era un parque y como tal, estaba situado al aire libre. Alrededor había pisos, aunque a cierta distancia, por lo que recuerdo, también gente bebiendo en el fondo sur. Nadie nos vio y fue maravilloso, por eso tengo un recuerdo especial del Conservatorio. Ays! Juventud, divino tesoro...

En mi recuerdo, el tiempo en esta etapa se condensa. Gitanos, vándalos, alanos, visigodos, celtas... ese parque era un confluir de gentes, de buenas y malas gentes, que perdidas se habían reunido en ese punto, no exento de batallas por su domino.

Sin embargo, aunque hemos sufrido diversos ataques, nunca hemos llegado a desaparecer por completo. Si algo nos quitó terreno, fue la división del parque en dos zonas, pero es algo que recuperamos con el garito, nuestro presente. Por cierto, acabo de recordar un vídeo...



Esa verja es la división del parque de la que hablaba. Historias hay miles, sólo hay que ponerse a recordar... pero os adelanto que no hay nada que allí no se haya hecho. 

martes, 24 de febrero de 2009

Santoña 09'


Resumen analítico

En las últimas semanas, tres días han marcado distintos puntos de inflexión en mis pensamientos. Son distintos porque cada punto se refiere a un tema diferente: amores, amistades y mentiras. Sin embargo, y aunque cada uno de esos temas hayan ido viniendo desde una punta diferente, inmiscibles y totalmente opuestas, al final se han mezclado en un único punto, que es mi cabeza y que está a punto de estallar.

Primero fueron los amores, que atacaron por el flanco izquierdo. Lo recuerdo bien porque no esperaba batalla alguna en algo idílico, casi esporádico, que apareció de la nada y de lo que no me arrepiento, ¿o sí? Me hago la pregunta porque pensándolo en frío, no creo que haya servido de nada, por lo menos para mí. El porqué es bien sencillo, estoy como estaba al principio pero refiriéndome al principio absoluto, en un combate de dos rondas, en el que inevitablemente voy a caer en los puntos.

Además es una lástima que posibles pretendientes te nieguen a la cara lo evidente. Qué menos que reconocer a qué te enfrentas, que se destapen los miedos y cobardías, pues amigos, la cobardía es la madre de la crueldad y, en este caso, puede terminar jodiendo amistades. Es algo forzado pero así lo enlazo con el siguiente punto.

Fueron las amistades las que atacaron por el flanco derecho y a diferencia de los amores, este ataque era anunciado, con premeditación. Algo esporádico es natural, esto fue tan artificial que las alarmas saltaron antes de entrar a la escena. Por eso, hizo mella en todos; por un paso en falso que se podía haber rectificado.

La situación, hace un año, hubiese sido diferente, nadie se conocía. Ahora se sabe de que pie cojea cada uno y los intereses que existen en cada parte. 

Es ahora cuando sé lo que gano y lo que pierdo, después de cómo se han desarrollado los acontecimientos en los últimos días: las ganas de quedar mal a lo tonto, la vergüenza ajena, las risas desmesuradas en cosas que no tenían tanta gracia, que más bien daban lástima.  

El problema es que yo me encuentro con un mando en la mano, con un enorme botón rojo en medio en el que pone 'boom'. Y si hago explotar la bomba todo se va a la mierda, como se podía haber ido hace unos meses y todo se quedó en mi cara de gilipollas, tal vez porque fui un cobarde o quizá un caballero. Lo que no estoy dispuesto a tolerar son las mentiras que ahora salen a la luz, de aquellos meses para olvidar. Que Dios nos coja confesados.

Por último y de frente, las mentiras. No me refiero a las del párrafo anterior. Éstas son las mías propias, las que como en el día de hoy han hecho girar la veleta hasta cubrir el cielo de nubes y por las que, este lunes, yo no me muevo de Santander. Algunos tenemos cargo de conciencia...


Nota: Si lo has leído y no te has dado por aludido, no te preocupes, simplemente habrás perdido cinco minutos de tu vida leyendo algo que no tiene nada que ver contigo. Lo siento, pero si pongo la nota al principio, me quedo sin lectores.

martes, 17 de febrero de 2009

Forever young

domingo, 15 de febrero de 2009

Tempus fugit

"Parece una ironía, pero lo cierto es que nada es más veloz que un largo lapso sin ilusiones.

No es verdad que el tiempo tarda en transcurrir cuando la vida no nos interesa. La propia monotonía y la falta de relieves lo despedaza; es decir, lo unifica, lo convierte en una dimensión sin metas ni puntos de partida.

De pronto, nos damos cuenta de que los años se nos han ido de las manos, de que hemos sido burlados por su fugacidad. Y es que todas las horas del día han sido mortalmente iguales: todas vacías, todas carentes de emoción.

Por eso, cuando te fuiste, la vida fue para mí como una recta final; una pendiente vertiginosa hacia el vacío.

Todo era siempre lo mismo, y los acontecimientos jamás tenían futuro: sólo recuerdos. [...]

Así iba envejeciendo yo: teniéndote a ti como punto de referencia, contando los años como si fueran horas y los lustros como si fueran años.

Hasta las Navidades se sucedían una tras otra igual que si entre cada una de ellas no mediaran trescientos sesenta y cinco días completos.

También las estaciones volaban. Tanto que, a menudo, cuando pensaba en alguna de ellas, no sabía precisar si ya se había cumplido o si estaba aún por llegar.

En cambio, cuando aún no te habías ido, cada segundo tenía una medida, cada instante se nutría de sentido. Por eso el tiempo podía dosificarse, ensancharse y hasta prolongarse. Pero esa facultad de medir la vida por milímetros y por fracciones únicamente cabe cuando se viven situaciones relevantes.

Ahora lo esencial es pensar que el tiempo no existe; que tanto el pasado como el futuro no es más que un gigantesco presente".

El volumen de la ausencia

Mercedes Salisachs


sábado, 14 de febrero de 2009

Colocón

jueves, 12 de febrero de 2009

Time to change

Atendiendo escrupulosamente a las propuestas que me habéis notificado sobre el próximo tema que debería tratar, me he decantado por la más importante: la mudanza. Sí, ya sé que no es ninguna de vuestras propuestas pero para eso el blog es mío. [Aquí va un icono con una profunda sonrisa, obviamente sarcástica].

Para el que no lo sepa, nos trasladamos de local ante las diferencias insalvables con algunos 'vecinos'. Qué bonito queda dicho de esta forma; pero más bonito aún, es decir que nos trasladamos por cuatro hijos de puta. Aaaaalmas de mis muelas! 

Aclarado este punto y al hilo del cambio, de Obama, de la moda,... he recordado una canción que me viene al pelo y que ha sido el factor fundamental por el que me he decidido a hablaros de esta ruptura drástica con nuestro futuro más próximo, que seguramente estaría allí, en el garito. Sin embargo, a veces la brutalidad de una ruptura es menos dolorosa que dejar que la esperanza muera lentamente.

A lo que iba, que me voy por las ramas y se me saltan las lagrimillas...



¿A que no esperábais ver a los Brady Bunch, después de tantos años, en esta fría y lluviosa mañana de febrero? Pues cantando esto me he levantado yo; así funciona mi perturbada mente. [Aquí va otro icono, esta vez con una nota musical ya que no puedes parar de tararear la canción, una putada, eh?].

Ahora llega lo verdaderamente cómico: jugarse la firma de las escrituras del nuevo local al 'macarra'. El juego en el que si pierdes, además de llevarte el disgusto, te pegan de hostias. Aunque digo yo que podríamos jugárnoslo al poker (dejándolo caer por lo 'bajini') y así, si pierdes no te curten, solo te arruinas. [Me he dado cuenta de que no tengo iconos].



jueves, 5 de febrero de 2009

¿Potes o Cipotes?

miércoles, 4 de febrero de 2009

El sitio de mi recreo (3)

Con los primeros pelos en la barba y sintiéndonos los reyes del mambo empezamos a parar asiduamente en el callejón de San Matías. Lugar de culto al 'peta', a las conversaciones filosóficas y a los sueños que no se cumplieron.

En cierto modo eran dos lugares separados por unos treinta metros y con una leve pendiente entre los mismos, visibles recíprocamente. La zona baja, fue el primer lugar de afincamiento y se componía de unas escaleras bastante cómodas a la par que espaciosas y una barandilla. El primer recuerdo que se me viene a la mente es estar bajando por la acera montado en un carrito de la compra y agarrarme a esa barandilla para frenar. El resto de la historia os la puede contar mi rabadilla.


Qué decir; siempre tuve la sensación de que vivíamos allí, de que hacíamos guardias, pues alguno de nosotros estaba presente en cualquier momento del día. Además, teníamos el monopolio del barrio: la tienda de gominolas, cuyo nombre me reservo, que nos servía de despensa (no precisamente para guardar comida), futbolín en el bar de la esquina (que ya no existe), domingos de fútbol asegurado y mucho respeto. 'Respecto' mejor dicho.

Aquí conocí a la segunda oleada de personas que a la postre serían mis amigos. Todo coincidió con la ascensión de los treinta metros que separaba la zona baja de la alta que antes mencionaba. Hablándolo hace unos meses con cierto amigo, coincidimos en que el cambio también produjo la escisión de una parte del grupo: las mujeres. Con las que hasta la fecha habíamos mantenido una férrea amistad no privada de noviazgos en algunos casos. 


Como en cualquier lugar que nos sueltan, en este barrio nos hicimos notar al poco tiempo. Somos becerros por naturaleza y esto se tradujo en redadas policiales casi a diario. No es de extrañar: vendíamos, comprábamos, manejábamos al fin y al cabo. La frase de moda era: Mira a ver si vienen.  No me refiero a mis primos de Cuenca, evidentemente.

También ocurrieron cosas curiosas como el día que bebiendo cuatro personas en la calle, solo multaron a dos; o aquel mítico Día de los Inocentes que multaron a Teo y se celebró por todo lo alto en el 'Peter' con una torre de cachis que llegaba al techo (es una exageración). El secreta que se la jugó a Ruli cuando se subió al techo de un coche en un momento de locura transitoria. Los abrazos que nos dábamos cuando llegaba Esteban (nuestro camello) y por fin podíamos subir al conservatorio a fumar (tercer lugar del que tengo que hablar).



En fin... infinidad de situaciones curiosas y cómicas, como la de Juanín diciéndole a Kikins que se hiciese un peta mientras nos registraba la secreta. Podría escribir una Biblia. En aquellos tiempos pensábamos que el callejón significaba un día perdido pero, lejos de la realidad allí aprendimos muchas cosas.

martes, 3 de febrero de 2009

Grandes paranoias

Me parece increíble que haya podido pasar por alto estos videos que deberían ser la base fundamental de mi blog. Bienvenidos al show de Teo! Tranquilos, ya está pagando su deuda con trabajos sociales... xD





El sitio de mi recreo (2)

Bien, ¿Por dónde iba? Creo que ya habíamos llegado a la desintegración del caseto. Pero no me quiero despedir de este, sin mencionar dos acontecimientos que para mi provocaron el principio de la ruptura. Igual suena drástico, pero si no fue así, ayudaron bastante.

El primero ocurrió una noche de verano, cuando el caseto aún conservaba alguna pared. Por si no lo había dicho, que creo que no, el caseto en sus primeros años llegó a tener techo con velux incluida, que daba acceso a la zona superior de los bloques. Fue su época dorada.

El caso es que Chuchi intentó subir por una de las paredes del caseto, con tan mala suerte que se cortó la mano con un clavo oxidado. Desde hace unos años la gente me pregunta porqué dejé de fumar porros. A veces, te llevas sustos que te obligan. Chuchi desde aquel día dejó de beber.

El segundo acontecimiento se produjo una tarde, también de verano en la que Rober, Juanín y Neich mantenían una pelea bastante cómica. El principal problema era su situación pues estaban al borde de un precipicio que había sido excavado en la montaña para colocar los bloques de ladrillos que formaban el caseto.

En el momento álgido, Neich y Juanín se quedaron enganchados a escasos centímetros de su inevitable destino, mientras pedían auxilio a Rober que, desconfiado no fue en su ayuda. Cayeron al vacío. Juanín se llevó la peor parte y aún conserva las cicatrices en la espalda.

Con todo esto y muchas más historias, nos dimos cuenta de que el caseto era un lugar peligroso, en ruinas o que simplemente pasó de moda. Decir que también nos sirvió de escenario en las 'guerras' de pistolas de balines en las que nos cosíamos a tiros. Era un lugar hecho para disfrutar, apartado del mundanal ruido y con unas vistas inmejorables.


*Nota: Me he visto obligado a subir al caseto a sacar unas fotos porque inexplicablemente es algo que nos falta de este lugar...

lunes, 2 de febrero de 2009

Pequeño corto musical

El sitio de mi recreo

Hoy por ser lunes y por sentirme tan mal conmigo mismo después de no haber dado un palo al agua en todo el día, voy a trasladar mi mente a aquellos momentos de mi vida en que todo salía bien. No es porque me tienda a quedar con lo bueno, es así; todo salía bien.

¿Por qué? Supongo que por un cúmulo de cosas: la compañía (los de siempre y espero que por mucho años), la edad (nuestra preadolescencia) y los lugares de la época. De esto último es precisamente de lo que quería hablar.

Fueron tres los lugares pisoteados por nuestros primeros pasos: el caseto, el callejón y el conservatorio. Evidentemente en una ciudad tan pequeña como Santander anduvimos prácticamente por todas las esquinas, pero esos tres lugares fueron el índice al que acudir en caso de duda.

El caseto es para mi sinónimo de diccionario académico, de génesis, de Constitución. Era y sigue siendo una cantera abandonada, cercana a mi casa, a la que acudía en un principio con mis mentores y más tarde con mis amigos.

A lo que nos referimos con 'caseto' es a una especie de hueco que queda en la parte superior de unos bloques de ladrillos que forman un cubo enorme. Díficil de ver, lo sé. Ya sacaré alguna foto.

Lo que hacíamos allí era muy simple: beber, fumar y reír. Mientras la adolescencia nos esperaba con los brazos abiertos. Lástima que yo cuando aquello tenía doce años y quedaba un largo y duro camino. No me arrepiento y, por eso hablo sobre este lugar al que tantas veces hemos querido volver. Allí fumé mi primer porro, bebí mis primeros litros de kalimocho, vomité, discutí,...  Siempre ocupará un lugar privilegiado en mi memoria.

No había mujeres, todavía no. Alguna vez lloré por niñas que no me hacían caso, pero no me causó ningún trauma, no tengo ese sentimiento presente. Fue el inicio de la droga, del 'apaleao', el 'talego', el llamar desde la portilla a mi madre para decirle que me quedaba a dormir en casa de alguno de mis mentores, con los ojos inyectados en sangre. Ahora lo pienso y si yo fuese padre, no me podría imaginar a mi hijo colocado a los doce años. Me chocaría.

Allí también experimentábamos. El 'cloretilo' por ejemplo; una auténtica guarrada que me congeló el cerebro durante unos instantes, lo suficiente para estar escribiendo esto ahora mismo. El frasco nos duró una tarde y así con el paso inevitable del tiempo, el caseto se fue transformando en su primera etapa; desvaneciendo más adelante, para terminar desintegrándose. 


Llegaron los fines de semana anclados a la botella de dos litros, siempre y sin excepción. Los suspensos, los marrones en casa, las 'semadas', el 'que yo no fumo', 'que yo no bebo', 'que me dejes en paz',... Todo se unió a nuestro mayor hobby en tercero y cuarto de la ESO, que no era otro que ir a comer allí para regresar a clase borrachos como cubas. Nos quedaba muy cerca y ya nos sabíamos víctimas de la LOGSE.

Las chicas empezaron a ocupar un lugar en nuestras ideas erróneas. Nuestra carrera criminal no se hizo esperar, los conflictos, la policía,... todo esto sin bajarnos de la cresta de la ola. Hasta que al final, por una cosa u otra como dije, se desintegró.

To be continued...

La ardua tarea del estudio

Llevo toda la mañana explotando las burbujas de un plástico de embalaje. Es la forma más ridícula de perder el tiempo, si bien compite con la de actualizar la dichosa página web de moda dando al botón de inicio; a ver si por algún casual, algún ser tan deplorable como tú está igual de enganchado.

Así pasamos el tiempo en la viña del Señor, mientras te imaginas cómo será tu vida después de los exámenes; esos que empiezas esta misma semana. Yo os lo adelanto: El mañana estará plagado del modo condicional. 'Si hubiera estudiado...' Ya, pero no lo hiciste mamón.

Pasará el tiempo y en mayo te sentirás como ahora, para volver en julio al modo condicional. Así hasta que acabes tu carrera académica aprobando una asignatura al año y cada vez con más cargo de conciencia y con menos pelo, por no pensar.

Realmente me estoy metiendo en mi pellejo, me psicoanalizo; aunque por un momento haya parecido vuestra señora madre en un día de esos en que prefieres pasar tú la aspiradora por miedo a que el tubo acabe incrustado en tu ojo. De todos modos, no creo que sea el más cafre en ésta, nuestra viña. Suerte a todos.



domingo, 1 de febrero de 2009

Crisistunidad

Era algo evidente, algo que iba a pasar y que no hemos visto; o no hemos querido ver. El caso es que ellos lo vieron desde el principio.

Ahora te paras a pensar y recuerdas cómo te detallaron el robo, pero hiciste oídos sordos. Eso es lo que más jode, esa impotencia que colma tu paciencia. Pero hay que dejarse de historias que no nos llevarían a nada. Hay que contar hasta diez y verlo como un punto de inflexión.

¿Sabíais que los chinos usan la misma palabra para decir crisis y oportunidad?



viernes, 30 de enero de 2009

Taxi!!!

miércoles, 28 de enero de 2009

Setings

martes, 27 de enero de 2009

El ala oeste de la Casa Blanca

Desde el 1 de enero mis padres han tomado posesión del peor cargo existente entre todos los 'no remunerados'; no es otro que el de Presidentes de la Comunidad. No sé exactamente como funciona el sistema de elección, pero doy fe de que el temido maletín negro está en mi casa y mis padres, cada día critican más a los vecinos. No me extraña.
Todo empezó con la entrada del 2009. Un vecino llamó a la puerta, era uno de los de siempre, de los que compraron la casa sobre plano y que ya vivía en ella antes de construirse. Como mi familia, básicamente.
El encargado de abrir la puerta fui yo. No hace falta ser muy sabio para adivinar que, segundos más tarde, me haría la pregunta del millón:
- ¿Está tu madre en casa?
- No.
- ¿Y tu padre?
- No.
- ¿Sabes cuando van a venir?
(Aquí tienes dos opciones: puedes continuar diciendo no, hasta que su cabeza implosione, sin lugar a dudas una bordería; o puedes contestar de la forma más sutil, que sería decirle una hora en la que seguramente no vaya a venir a tocarte los cojones otra vez). Yo respondí con lo segundo.
- Seguramente lleguen a las doce y media (de la noche).
Así conseguí mi propósito, gané algo de tiempo, una semana más o menos. Y volvió. Esta vez ya estaba mi madre y juntos fueron al salón. Ahora es cuando entra en escena mi hermana, nos vamos juntos a la cocina y pegamos la oreja cual zorros esteparios. Es algo espontáneo. A veces incluso, hacemos apuestas sobre el tema del que se trata.
Cuando por fin se fue, llegó el momento de las preguntas a la 'mamma'. Era previsible, mi hermana y yo habíamos dado en el clavo, porque un hombre que tiene ocho juicios pendientes con su vecino más próximo (es un chalet pareado) no es problema para nuestras investigaciones y conjeturas.
Después de todo esto llega la fase de convocar reuniones a las que se presentan los mismos vecinos de siempre, que no dejan de ser unos 'tocapelotas' y que estarían mejor en sus casas. Pero amigos, las comunidades de vecinos sin esta calaña no son nada, perderían su encanto.
Desde ese día parecía que todo había terminado, que todo había vuelto a la normalidad. La visita anual del afilador y paragüero (con su flauta de pan incluida), el cartero (llamando dos veces), los testículos de Jehovah y, aquí haciendo una digresión he de decir que estos últimos son los más fáciles de espantar. Solo se trata de salir a la puerta fumándote un cigarro y con barba de tres días y decir con voz de hombre: Soy menor. El resto es historia.
Entonces llegó el viento y con él, los problemas. Yo estaba tranquilamente en mi casa, viendo la televisión y de repente aparecen las malditas moscas en la pantalla. Al segundo, un vecino llama a la puerta; tardo en abrir. Cuando lo hago, ¿Qué me encuentro? Pues una pedazo de antena de metro y medio, en mi jardín!
Después una cabeza sale de detrás del muro. Era el vecino que quiso ser presidente vitalicio de la comunidad, pero el mandato duraba un año. Y me dice con su cara escrotal: Dile a tu madre que hay que llamar al antenista. Se ha caído la antena. 
Yo viendo que en cualquier momento caía un rayo en mi jardín os juro por mi honor que me había dado cuenta del problema. Esto sumado a que mi tele se había dejado de ver. ¿Pero era necesario que me trajera la antena a casa?
Evidentemente no, porque el antenista vino, colocó una nueva y se fue. Así que desde aquel día convivo en mi casa con una central eléctrica.

lunes, 26 de enero de 2009

La polla de agua común

"Nombre: Polla de agua común, tagüita del norte (Chile), pollona negra (Argentina), gallineta de agua (Bolivia), tiqui (quechua). Inglés: Common Moorhen. Científico: Gallinula chloropus.
La polla de agua es común en pantanos y humedales con vegetación en las orillas. Tiene la apariencia y tamaño de una gallina (30-38 cm). Es de color negro con la parte superior marrón oscuro. Se distingue de la gallareta andina por los jaspes blancos en los costados a lo largo del cuerpo. El pico es de color amarillo con una cubierta superior rojo intenso. Tiene los ojos negros. Cuando nada levanta la cola y muestra plumas de la parte inferior de la cola de color blanco. Tiene las patas de color verduzco. Es usual verla nadando y cuando nada mueve la cabeza hacia adelante y hacia atrás. Al nadar se zambulle bajo el agua para comer y deja la cola encima del agua.
Habita en gran parte del mundo, excepto Australia y Nueva Guinea. En el continente americano vive desde los Estados Unidos hasta la Argentina.
Su vuelo es torpe y demora en levantar el vuelo. En las lagunas se les ve volar al ras del agua haciendo mucho ruido para marcar su territorio.
La Polla de Agua pertenece a la familia de los rálidos (Rallidae) a la que pertenecen las pollas, las gallinetas, las gallaretas y los rascones, como el rascón plomizo."


Nunca pensé que las pollas de agua tuvieran los ojos negros, ni tampoco patas. No las recordaba de esa forma, aunque estoy de acuerdo en que su vuelo es torpe.
Yo una vez tuve una, pero esto de la evolución es un tema complicado. La mía por ejemplo, no hacía ruido para marcar su territorio, ni su apariencia era similar a una gallina, ni siquiera dejaba la cola fuera del agua al zambullirse. ¿Qué cola?

El sentido de la vida

viernes, 23 de enero de 2009

Dust in the Wind



Si no era suficiente con la pastelada de ayer, toma esto. Braych va por ti, jajaja. Todavía no había tenido la maravillosa idea de grabarme para destrozarte los oídos. Pensé que eso se iba a quedar en el garito, pero hay más formas... 

jueves, 22 de enero de 2009

Sentirse esperado

En el fondo, vivir es sentirse esperado. Y esperar, ocupar recuerdos, lugares y horas, muchas horas que no volverán. Saberse único para un alguien que convierte tu independencia en esclavitud; ese alguien al que también consideras único.
Siempre he pensado en esto y, me encantaría ver la luz al final del túnel. Sentirse esperado; son solo dos palabras. Pero cuando se juntan me planteo muchas cosas, encontrar un 'tú' para un 'yo' ignorado, por ejemplo.
¿A qué viene esta pequeña dosis de pesimismo? Pues a que la última frase que ha llegado a mis oídos antes de ponerme a escribir ha sido: Qué mala suerte tienes.
Claramente era referido al tema del amor. Y nada más. Pero qué tema más jodido oye. Qué difícil es encontrar a ese alguien que te busca y al que estás buscando. Porque eso sí, el amor se encuentra antes si se busca, eso es una verdad innegable.
Y es entonces cuando vuelvo al principio, a esperar. Y ocupar tus recuerdos, tus lugares y las horas que me imagino a tu lado. Saberme único para ti. Y que la espera termine pronto.

lunes, 19 de enero de 2009

La' Dolce Vita'

Fue hace mucho tiempo. No podría decir con exactitud si aquél día llovió, pero tengo la sensación de que el suelo estaba mojado. No es raro, aquí no.

Cuando llegué, la mitad de la historia estaba en el aire, la otra mitad se reflejaba en la cara de mi amigo. Nadie sabía que hacer, pero todos sabíamos lo que iba a pasar. En aquella época las cosas funcionaban así. Por eso fuimos a buscarles, por impotencia, por rabia, por venganza, por muchas cosas de las que me arrepiento, pero a un compañero no se le puede abandonar en el campo de batalla.

De camino, una obra nos sirvió de polvorín. Cada uno se armó con lo que pudo, pero hasta los dientes. Yo no cogí nada; las barras de metal pesaban demasiado para mí, imposible levantar el brazo.

A estas alturas mi estómago había dado dos vueltas. Nunca estuve tan nervioso como aquella vez. Por eso me acuerdo y sé que a nadie se le ha olvidado, porque no era el único que tenía miedo, no era otra cosa, era miedo.

Y cuando mi boca dejó de salivar y mi mandíbula aún temblaba, me di cuenta de que ya habíamos llegado. Era su territorio, muy cerca del nuestro, pero suyo. No se lo esperaban, porque a su barrio no habían llegado las noticias. Sin embargo, había otro trasfondo, que fue el que abrió la veda. Y empezó todo.

Un puñetazo, luego otro y finalmente el mío. Del que sigo viviendo hasta hoy. Más tarde llegó la navaja, la secreta y todos salimos de allí, algunos sólo físicamente. Mi cabeza sigue paseándose por ese barrio de vez en cuando y me incomoda.

Ahora te das cuenta de lo que es esto. De la mala fama, la 'dolce vita', de las plañideras, de la vida en la calle, de lo chulo que eras si te faltaba medio diente. Te das cuenta de que saliste del pozo, o de que aún estás dentro.

martes, 13 de enero de 2009

Entrecot púbico

Por dónde empezar. Han pasado tantas cosas, entre ellas la Navidad, que no encuentro un punto de partida... Así que por descarte comenzaré diciendo, para el que lo haya flipado con el título, que no le busque ningún sentido, pues no lo tiene.

Y es que dejé el blog de lado, desde el 15 de diciembre, que se dice pronto. Además colgué un video de esos que ya no funcionan y por el que he recibido tantísimas críticas. Un total de cero.

Bueno, a lo que iba. Estuve en Madrid en una de esas incursiones anuales en las que se viven días intensos y felices. Ya lo dije una vez y no me cansaré de repetirlo, hay vida más allá de Santander, aunque muchas veces se te olvida. Esta vez aproveché más el tiempo, lo digo comparándolo con aquella vez que, por poner un ejemplo no salimos de casa de nuestro querido amigo Álvaro.

Consumiéndonos. No hacíamos otra cosa. En esa casa te sientes como "Jack" (envejeces diez veces más rápido de lo normal). Luego tienes problemas de espalda, cirrosis e incluso puedes acabar con un principio de síndrome de Diogenes.

Digamos que yo esta vez, pasé por allí alrededor de tres horas. Nunca pensé que esa casa pudiera soportar más basura que la que vi en épocas pasadas; pero sí, era posible. Para que os hagáis una idea: la nevera no cerraba por la capa de hielo que soportaba (de unos 5 cm de grosor), encontré la friolera de tres cepillos de dientes en el suelo (no quise pensar que fuesen reutilizables), una sandía troceada en estado de descomposición (el informe forense demostró por la temperatura del hígado que llevaba muerta unos diez días; el olor era insoportable). El gato, "Muesli" o "Mahou", tenía una habitación para él solo. Bueno, para él y las botellas de cerveza de litro que ocupaban gran parte del espacio (no me atrevo a decir el número exacto pero créanme, una exageración). Un vaso de cachi en el suelo del baño, toneladas de ropa en cualquier rincón, etc.

También tuve novia por estas fechas, pero eso es otra historia que serviría para un guión de telenovela sudamericana más que para este blog tan serio y señorial. Ahora vuelvo a lo de siempre, tengo barba otra vez y mi futuro académico avanza tan lentamente como mis sueños.

Estoy pensando en desaparecer una temporada, aunque para muchos ya esté en paradero desconocido. De todas formas, no es el momento adecuado. Esperaré hasta el verano, si bien ya os comunico que tengo en mente irme a vivir fuera (unos días, unos meses,...).

Hasta aquí esta breve introducción de mi vida en el último mes. Volveré pronto, lo prometo.