Despertar ahora con el vago recuerdo de un buen trago de absenta, a sabiendas de que te puede destruir; arriesgar y ganar, en eso consiste el juego. Me duele la cabeza, pero no lo suficiente.
Es una sensación extraña, una combinación tan asquerosa como perfecta. El olor a anís impregnado en mi vida y una canción de fondo, pero no una canción cualquiera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario