Cierto día mi madre durante una acalorada discusión, me gritó: ... ya sabes tú muy bien dónde apuntar... Todo ello en un contexto no sexual, se refería más bien a mi papel en el mundo, como si conociese mis aspiraciones en la vida y, ella me lo echaba en cara, pues no soltaba prenda.
Pero no mamá, no sé dónde apunto. Ni lo sé, ni lo he sabido. Pues si lo supiera probablemente estaría muerto, porque mis aspiraciones en sueños van más allá de lo humanamente posible. Así que por una vez mi madre se equivocó, y eso me asustó en su momento y me asusta cada vez que me acuerdo de aquellas palabras que parecían precisas e insultantes, pero que solo me dan miedo y asco.
Ahora mismo estoy escuchando a uno de esos cantautores que en momentos difíciles te dejan por los suelos, piensas: ¿Cómo puedo estar jodido? ¿Y él? En fin... siempre se dijo que cualquier persona se cree que su problema es el más grave del mundo.
El autor en cuestión es Silvio Rodríguez; últimamente no paro de escuchar 'Óleo de una mujer con sombrero'. Dice algo así como... se ha perdido mi forma de amar. Por alguna razón me siento identificado con esa frase.