jueves, 13 de diciembre de 2007

Il messaggio

Bueno, bueno, bueno. Pues la presentación ni tan mal. Entre el caos y el desastre. Pero siempre tendremos la excusa de ser los primeros en el reino de los cielos. Mi brillante exposición ha durado a lo sumo unos cinco minutos, casi salgo a hombros (al hospital). No he sido el peor del grupo de todos modos.
Hoy de vuelta a casa, al mediodía, nos hemos comprado una diana. Estábamos dando demasiado dinero a la Facultad y a nosotros no nos sobra. La hemos colocado en la casa del Marrano que no queda lejos para las horas de escaqueo.
Al llegar a mi casa, adivinad. Me encuentro con un coche Opel Zafira, color azul y con matrícula S-2100-AS, aparcado encima de la acera justo delante de mi portilla. Un poco 'truñing' si cabe. El capó abierto. ¿Se le ha roto el motor señor, o es que es usted el ladrón que entró en mi casa? De momento hay que ser cautos. No dije nada.
Antes de irme de allí, el chico se apresuró a cerrar rápidamente el capó y evadirse ojiplático en su monovolumen. Se fue hacia las naves industriales que quedan justo detrás. Le he dejado un detalle. Entré con el coche en la fábrica para dar la vuelta. Un leve toque de claxon y una mirada sonriente, mensaje siciliano. Quizá se lo piense la próxima vez, te siguen la pista 'amigo'.

2 comentarios:

  1. Lo que no saben esos chorizos, es la cantidad de microexcrecencias microbianas que tienen tus cillos. Probablemente estén muertos ahora mismo.

    R.I.P

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